Reviews

Este libro llamó mi atención cuando, por algún azar del destino, me aparecieron de la nada videos y videos en Tiktok, uno atrás del otro, de gente llorando, sollozando, y diciendo que era el libro más triste que leyeron en sus vidas. Al haberlo leído puedo decir: la palabra triste se queda corta.

Quiero decir esto para no olvidarlo: es un libro escrito maravillosamente. Lingüísticamente hablando, es una fantasía; te pone la piel de gallina. Pero hay algo muy paradójico en todo esto: mientras leía, no pude evitar pensar el hecho de que hay más de 200 palabras en cada página del libro. Por momentos, solo pensaba en que es una infinidad de palabras. Todas repletas de significado y de información sobre cada personaje, sus vidas, sus vivencias, sus propios pensamientos. Uno pensaria que, para cuando termina el libro, ya no hay nada más por decir. Lamento decir que no es asi. 720 páginas llenas de palabras y aún asi, las palabras se quedan cortas siempre. Las palabras nunca nos dicen todo lo que hay por decir.

No puedo evitar pensar en Jude, en su vida tan injusta, y en como por más que sus dias se basaron en seguir intentando y en intentar exteriorizar sus traumas más grandes, nunca lo logró. Las palabras no le alcanzaron. Ni las que él no pudo decir ni las que el resto le decía. Me encontraba en numerosas ocasiones deseando que las pudiera encontrar, que pida ayuda, que esas hienas que lo rodeaban lo dejen tranquilo, pero no fue suficiente. A su vez, me costó mucho entender que, tal vez, no tenía por qué tener un final feliz y que no era una buena opción ser feliz, porque él no está hecho para eso. Y eso mismo, es lo que más me genera conflicto con la autora: como está escrito de una forma en la que terminas justificando o «entendiendo» lo que Jude decide hacer de su vida, cuando simplemente basta pensar en frío por unos momentos y decir: «No, Jude, tenés que salir adelante. Seguí intentando, por favor».

A lo último, fue cuando más me llegó lo que la autora tenía para decir. En particular, cuando en uno de sus varios altibajos, Jude piensa que salió de un "threshold". Me fascina esa palabra gramaticalmente (no tiene nada que ver con la review pero tenía que decirlo) y me hizo pensar automáticamente en la canción "Get Free" de Lana del Rey, que comienza diciendo "Finally, I'm crossing the threshold from the ordinary world to the reveal of my heart" y segui cantándola hasta que llegué al estribillo el cual me voy a permitir escribir y poner mis pensamientos a partir de él:

"Sometimes it feels like I've got a war in my mind
I wanna get off but I keep riding the ride
I never really noticed that I had to decide
to play someone's game or live my own life
And now I do
I wanna move
out of the black
into the blue"

Y ahi lo entendí. Por alguna razón, mi conflicto más grande al leer las primeras 400, 500 páginas del libro es que no me estaba llevando nada lindo, nada memorable, nada por lo que yo diga: «Me gustó leer esto y fue una gran lectura». Con esto, comprendí que no tenia que llevarme ninguna enseñanza más que darme cuenta de la importancia de apreciar lo bueno que hay en mi vida, eso que doy por sentado y por lo que nunca soy lo suficientemente agradecido. Pero, principalmente, yo creo que Jude invita a reforzar la idea de pensar en el otro, entenderlo, escucharlo, ayudarlo, y, quiero hacer mucho énfasis en esto, empatizar. No sé cuantos Judes hay en esta vida, pero, como dice Harold, puedo ver un poquito de Jude en cada persona que veo.

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