A review by noareads_20
The Dragon Republic by R.F. Kuang

challenging dark tense fast-paced
  • Plot- or character-driven? A mix
  • Strong character development? Yes
  • Loveable characters? It's complicated
  • Diverse cast of characters? N/A
  • Flaws of characters a main focus? Yes

5.0

Absolutamente desgarrador. Las últimas 20/30 páginas han acabado conmigo.

‘The Dragon Republic’ empieza tres meses después del final de ‘The Poppy War’. Rin y los Cike se encuentran a disposición de la reina pirata Moag, por la que llevan a cabo una serie de asesinatos a cambio de suministros (barcos, armas, alimentos) para poder asesinar a la emperatriz Daji. Pero, como puede verse en el libro, las cosas se acaban torciendo un poco y no todo les sale como planean.

Fang Runin está enfurecida tras la muerte de Altan y las consiguientes decisiones que tomó con el poder del dios Fénix la persiguen. Lo único que sirve para calmar y aislarse de ese dolor y, sobretodo, de esa rabia, es el opio. Por lo tanto, al inicio de este libro se encuentra en un estado de embriaguez constante y no demuestra ser la capitana que los otros Cike esperan que sea.

La evolución de su personaje a través de la historia es impresionante. La rabia (también incentivada por el poder de su dios, que se alimenta de ella) y el dolor por la pérdida de una figura que tiene tan idolatrada la guían. Comete decisiones moralmente muy cuestionables y es manipulada por el resto con gran facilidad. En este libro vemos cómo poco a poco va siendo consciente de ello y, además, como va replanteándose la visión embellecida que tiene sobre Altan. 

El contraste entre la Rin del primer libro, una niña cuya máxima ilusión es entrar a la escuela militar de Sinegard, y la del segundo, una soldado trastocada por completo tras las diferentes batallas que ha tenido que librar, es muy visible. Muestra con mucha complejidad como la guerra puede marcar y cambiar a uno. 

Kitay es otro que también se ha visto afectado por ella. En ‘The Poppy War’ se nos mostró como alguien inocente, de gran inteligencia, amable y respetuoso con el resto. En ‘The Dragon Republic’ lo sigue siendo, pero se le añade una rabia antes no vista (eso sí, más interiorizada que la de Rin), provocada por los escenarios traumáticos que ha vivido. 

En general, encuentro que los personajes son el punto más fuerte de estos libros (aunque esto no significa que no haya otros). La caracterización y evolución con las que Rebecca F. Kuang les ha dotado es muy notable. Nezha, por ejemplo, es otro a destacar. Pero no voy a hablar aquí de él, porque creo que en ‘The Burning God’ tendrá un papel incluso más importante en la historia. 

Las relaciones intrapersonales de Rin calan muy a fondo, cada una muy diferenciada entre sí. Ella y Kitay son la perfecta definición de ‘platonic soulmates’, a pesar de tener personalidades completamente distintas  y de estar enfadados una parte del libro, comparten un vínculo casi irrompible (literalmente) lleno de confianza, entendimiento y respeto mutuo. Con Nezha, por otra parte, es un poco más complejo. Es una relación amor-odio, en la que opuestos se atraen y se repelen a la misma vez. Como se dice en el libro, son agua y fuego.

“Fire and water looked so lovely together. It was a pity they destroyed each other by nature”. 

Además, me gusta mucho la relación que desarrolla con Venka (una de camadería y ayuda mútua) y con Changhan, quién también idolatraba mucho a Altan y  que por eso parece desconfiar bastante de Rin (remarcado el parece).

El mundo se desarrolla más, entran en escena algunos clanes/reinos nuevos y otros ganan importancia. Ha sido muy interesante ver como cada uno de ellos conceptualizan ciertos temas (como por ejemplo, la religión) y la relación de poder que se establece debido a ello. Parecen ser paralelismos con países reales con los que China (en la que está basada gran parte del territorio) ha tenido contacto a lo largo de su historia. 

El final es increíble. A pesar de que te destroza emocionalmente y no puedes parar de llorar, los acontecimientos que tienen lugar sirven para el desarrollo de la historia y de los personajes, sobretodo de Rin. Es como una linterna que le ilumina el camino que nunca ha sido capaz de ver.

No pensaba que este libro me gustaría tanto como lo ha hecho, pero R.F. Kuang me ha vuelto a sorprender (no debería hacerlo, porque es una genia y todos sus libros están súper bien desarrollados). Si el tercer libro me emociona tanto como este, la saga tiene potencial de convertirse en una de mis favoritas.

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