A review by teodomo
La sociedad del espectáculo by Guy Debord

Did not finish book.
Leí solamente el primer capítulo. Vomito lo que me pasa por la cabeza acá para, algún día (con suerte con más entendimiento), cuando lea todo el libro, poder contrastar pensamientos:

Guau. Debord pinta un panorama desolador y no puedo evitar ver en parte a nuestro mundo reflejado en lo que dice. Antes de empezar aclaro que todo lo siguiente está sujeto a un "si mal no entendí" porque tranquilamente puedo haber malinterpretado lo que leí.

Entiendo por qué Debord describía a la sociedad del siglo XX como una sometida al espectáculo como él lo define, y creo que si viviera ahora consideraría su pronóstico acertado (pienso en el predominio de las apariencias en las redes sociales; en todas las variedades de ocio que ofrece Internet y en los mundos personalizados en los que te permite aislarte, como motores de alienación de un espectáculo de múltiples facetas como el que describe; en el aumento progresivo del tiempo para el ocio como una no-liberación porque el ocio que nos ofrece este "mundo espectacular" muchas veces no se siente como "actividad" real; y puedo ver en la uniformización de un mainstream cultural y global que va desplazando otras cosmovisiones, algo de lo que él dice de que la imagen que no nos ofrece un espejo de la realidad completa sino solo la imagen de un ¿modo de vida? jerárquico o considerado adecuado por quienes detentan el poder).

Y aan así no dejo de sentir que este mundo en el que vivimos, con todas sus falencias, tiene su costado positivo. Quizás estoy sesgado porque, adolescente tímido e importunado por 7 mudanzas/11 cambios de colegio, encontré gracias a Internet y especialmente (horror) a Facebook a los amigos más cercanos y preciados que he tenido en mi vida (no a distancia, sino en mi misma ciudad). Y aunque me da miedo la uniformización del mundo con su pérdida de culturas y lenguajes, me cuesta no verlo como un desarrollo casi inevitable de la humanidad. Todo termina muriendo y cambiando, al menos ahora podemos conservar mejor instantáneas del presente para que generaciones posteriores sepan cómo vivimos. Debord dice que el espectáculo/nuestro ordenamiento socioeconómico actual diluye tanto a la comunidad como al sentido crítico. Y mi primera reacción es "tiene razón" pero ¿es realmente así? A la visión de un presente de humanos alienados e idiotizados contrapongo otra generalización: un pasado de masas no educadas y analfabetas. A la idea acogedora de un pasado lleno de comunidades genuinas en las que se experimenta una socialización verdadera, contrapongo a las nuevas posibilidades de comunidad que surgen en el mundo actual (¿producto exclusivo de la globalización? se me hace que no, pero no lo sé). En resumen: no lo sé. No sé si nos encaminamos hacia un mundo más desolador o si el futuro tiene sus aspectos positivos. Miro la realidad tratando de entenderla y como siempre veo algo tan complejo que me pierdo.

Ah, no digo que Debord idealiza el pasado, después de todo habla como si la humanidad siempre hubiera estado sujeta a una ilusión, la de la religión primero y la del espectáculodespués. Me siento inclinado a creer, al menos en parte, en su diagnóstico; digamos que le creo. Entonces, ¿cuál es la alternativa que él propone? (no es una pregunta retórica, realmente me interesa saber, imagino que para eso tengo que leer el resto del libro). Supongo que la respuesta empieza por el despojarnos de nuestras ilusiones, tanto religión como espectáculo. Toda esta idea de una humanidad que vive embobada dándole la espalda a la realidad y que tiene que escaparse de la ilusión me recuerda un poco a lo que decía Camus (curioso, porque era anticomunista según Sartre) de que hay que enfrentar el absurdo de nuestra existencia y no evadirnos a través de la religión, del dejarse vivir o del suicidio; de que hay que vivir con la conciencia lúcida de ese absurdo (de nuestra mortalidad, de nuestra responsabilidad total sobre nuestros actos) y construir, cada uno, un conjunto de principios por los que regir su vida individual (después le agregó, si no estoy mal, un énfasis a la vida en comunidad, cosa que imagino le gustaría más a Debord).

En fin, una lectura muy estimulante. Para seguir pensándola. Ah, ese estilo de escritura (ir anotando ideas en párrafos o a veces en frases concisas, cada cual con su numeración) estoy seguro de haberlo leído en otro pensador marxista. Lukács o Brecht, me parece. Creo que Brecht.