A review by nuska
Cómo hablar de los libros que no se han leído by Pierre Bayard
4.0
"Hablar de libros no leídos supone una verdadera actividad de creación, tan digna, aunque sea más discreta, que las actividades dotadas de mayor reconocimiento social. La atención dirigida a las prácticas artísticas tradicionales, produce el efecto de desdeñar, e incluso desconocer, prácticas menos valoradas puesto que se ejercen, por naturaleza, en una forma de clandestinidad.
Sin embargo, ¿cómo negar que hablar de libros no leídos constituye una auténtica actividad creadora que demanda las mismas exigencias que el resto de las artes?". (192).
Normalmente, cuando empiezo a leer un libro y empiezan a asomar frases lapidarias o asombrosas de su autor, anoto las páginas para posteriormente copiar las citas. Actividad inútil ante la lectura de este libro pues todo él resulta tan cínico, incendiario y genial que ante la abundancia de números de página escritos en mi agenda he preferido recurrir a la única cita con la que encabezo el comentario.
El libro supone todo un redescubrimiento de la lectura (o la no-lectura), una forma tan personal y a veces descorazonadora sobre la visión que teníamos de la Literatura que pienso recomendarlo vivamente si algún día tengo el privilegio de tener alumnos de Literatura yo misma. No le he otorgado cinco estrellas porque tras leer en la contraportada que el autor es psicoanalista, además de profesor de Literatura, sabía que, de alguna forma, acabaría aludiendo a la capacidad psicoanalítica de la actividad de comentar libros no leídos. Es lo único predecible a lo largo de todo el libro. El resto, descúbranlo ustedes mismos, ya que el autor se permite, como en una novela, pequeños golpes de efecto no exentos de ironía y cinismo. Aunque se trate de un ensayo.
Sin embargo, ¿cómo negar que hablar de libros no leídos constituye una auténtica actividad creadora que demanda las mismas exigencias que el resto de las artes?". (192).
Normalmente, cuando empiezo a leer un libro y empiezan a asomar frases lapidarias o asombrosas de su autor, anoto las páginas para posteriormente copiar las citas. Actividad inútil ante la lectura de este libro pues todo él resulta tan cínico, incendiario y genial que ante la abundancia de números de página escritos en mi agenda he preferido recurrir a la única cita con la que encabezo el comentario.
El libro supone todo un redescubrimiento de la lectura (o la no-lectura), una forma tan personal y a veces descorazonadora sobre la visión que teníamos de la Literatura que pienso recomendarlo vivamente si algún día tengo el privilegio de tener alumnos de Literatura yo misma. No le he otorgado cinco estrellas porque tras leer en la contraportada que el autor es psicoanalista, además de profesor de Literatura, sabía que, de alguna forma, acabaría aludiendo a la capacidad psicoanalítica de la actividad de comentar libros no leídos. Es lo único predecible a lo largo de todo el libro. El resto, descúbranlo ustedes mismos, ya que el autor se permite, como en una novela, pequeños golpes de efecto no exentos de ironía y cinismo. Aunque se trate de un ensayo.