A review by ines_garber
Tú y yo, invencibles by Alice Kellen

5.0

Los libros de Alice son tan especiales... Sobre todo los últimos que ha escrito. Siento que no narran una historia de romance; narran la vida de personas llenas de matices con los que aprendes a conectar de una forma muy íntima.

Tú y yo, Invencibles me ha recordado a dos novelas: Todos quieren a Daisy Jones y El chico que dibujaba constelaciones. Y la mezcla es fantástica.

Si hay algo que adoro de Alice es su forma de narrar, pero en este libro en concreto hay algo que he valorado incluso más: lo bien construidos que están los personajes. Es que los he sentido tan humanos, tan reales... Incluso en las partes dramáticas, y con todos los cambios que los protagonistas han sufrido, me han parecido coherentes. Lucas me encantaba al principio. Luego perdió su encanto, pero al final me hizo recuperar el cariño que ahora le guardo. Juliette es un personaje impresionante. La sientes lejos y cerca al mismo tiempo, no solo por lo que los otros personajes dicen de ella, sino por la forma en la que narra. Por cómo piensa, por como habla. Las personalidades de ambos son casi palpables de lo firmes que son. La evolución de los dos es pausada pero enorme, y queda tan natural que todo resulta lógico.

Lo que más admiro de Lucas es su amor por la gente que le rodea. Por su familia y por sus amigos, sobre todo. De Juliette me gusta lo independiente que es y lo centrada en si misma que está. Es muy decidida y siempre mira hacia delante, buscando lo mejor para ella (no de una forma egoísta y dañina, sino tal y como debe ser).

Hay personajes como Jean, Pablo, Samuel y Carlos, a los que he amado. Otros como Marina que me han parecido patéticos.

Hay momentos que no me han gustado, en los que me he enfadado con los personajes (o me han decepcionado, más bien), pero al final me han hecho sentirme orgullosa de ellos y me han transmitido muchas emociones. Por eso le doy cinco estrellas, por lo especial y real que la he sentido.

”El odio es un sentimiento muy infravalorado. La gente siempre lo asocia a cosas negativas, pero ¿qué pasa con todo el poder que palpita dentro de esa palabra? Existen dos formas de canalizarlo; si dejas que se te meta dentro es dañino, pero si solo permites que te envuelva puede convertirse en gasolina. Y provocar que el mundo estalle en llamas de vez en cuando está bien, sobre todo si eres tú quien controla el fuego y tiene una cerilla en la mano. El odio puede ser una chispa, un desencadenante, un relámpago.
Y también es la manera de mantenerte a salvo.”

“Durante toda la vida he sentido que mi raíz, la parte más profunda de mi corazón (si es que lo tengo), está sin duda en Vallecas. Justo ahí, ¿ves casa de una sola planta que se cae a pedazos? Pues desde esa pared maltrecha bombea la sangre hasta el resto del cuerpo. Sin esa casa, sin ese lugar, no existiría en este mundo.”

“—Quiero dejar huella.
—¿En el mundo?
—No. En alguien.”

“Hay múltiples razones por las que «querer» y «necesitar» nunca podrían considerarse sinónimos. La definición de «querer» dice así: ‘Desear, amar, tener cariño, voluntad o inclinación a alguien o algo’. La de «necesidad» es más oscura: ‘Aquello a lo cual es imposible sustraerse o carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida’.