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A review by luanndie
Divine Collision by Jim Gash, Bob Goff
3.0
"But there must be tens of thousands of starfish on this beach. I’m afraid you won’t really be able to make much of a difference.”
The boy bent down, picked up yet another starfish and threw it as far as he could into the ocean. Then he turned, smiled and said, “It made a difference to that one!”
Mi problema con este libro es que, normalmente, yo estoy más interesada en las historias de la estrella de mar que en la del niño que las lanza. En este caso y aunque Jim acabe diciendo lo contrario, él es el niño. Para mí lo más interesante con diferencia es Henry, su historia, su país, su trayectoria y su paso por esa cárcel autorregulada y sin seguridad que todavía me tiene perpleja.
La primera parte del libro, más centrada en Henry es la que más disfruté. Al principio los saltos temporales me parecieron un poco confusos pero en cuanto conoces un poco la historia es muy fácil seguirle el ritmo. También me gustó que intercalaran trozos con la visión de Henry. Son muy pequeños y no puede exactamente considerarse como que cuenta la historia desde su punto de vista (son más bien extractos que dan variedad), pero están tan bien hilados con la narrativa principal que me encantaron.
En esta primera parte es cuando conocemos porque Henry está en la cárcel y las características especiales de esa cárcel. Me quedé con las ganas de saber si la cárcel de Henry era una excepción o es la forma habitual de gestionar el encarcelamiento de menores. Mi sorpresa no tiene tanto que ver con el maltrato que reciben del único miembro a cargo del establecimiento, sino la falta de papeleo, de organización, la confianza en el buen hacer de los supuestos criminales que son los que en realidad dirigen el cotarro y la ausencia total de vallas, seguridad o control. Me hubiera encantado conocer más a fondo esa cárcel y entender qué clase de razonamiento tienen los presos allí que no deciden escaparse a pesar de lo fácil que sería. Como veis la cárcel me dejó intrigada.
La parte del proceso judicial en sí también me resultó apasionante porque ver la desidia, la confianza en la suerte y el buen hacer, al mismo tiempo que la ausencia total de recursos y organización es tan distinto a cualquier otra cosa que yo haya podido conocer que ha sido toda una revelación. De nuevo, yo hubiera leído encantada más información sobre este sistema judicial que parece que se mantiene en pie por pura suerte y la fuerza de voluntad de ciertos jueces y abogados. Como es de esperar, el proceso para liberar a Henry será largo y tortuoso pero precisamente por eso es inspirador e interesante de leer.
La última parte, más centrada en Jim y su trabajo en Uganda me interesó menos. En primer lugar porque tiene muchas más referencias a Dios. Yo no soy una persona especialmente religiosa y el principio de este libro aunque tiene sus referencias, porque los protagonistas son creyentes practicantes, es bastante llevadero. Sin embargo a medida que avanzamos, y especialmente en la parte final, la presencia de la religión se hizo un poco pesada para mí. En segundo lugar, la labor de Jim en Uganda tampoco está especialmente bien explicada y aunque no dudo que tiene mucho valor, carece de la fuerza emocional y de atracción de la historia de Henry. Y por último, como el caso de Henry se extiende hasta la extenuación, pero después de su liberación, apenas hay eventos remarcables, la historia es mucho más lenta.
En general, Divine Collision fue un libro totalmente fuera de mi zona de confort que disfruté pero obviamente no está dirigido a mí. Ha sido una lectura interesante, inspiradora y que me hace querer saber más sobre Uganda y su increíble sistema judicial.
The boy bent down, picked up yet another starfish and threw it as far as he could into the ocean. Then he turned, smiled and said, “It made a difference to that one!”
Mi problema con este libro es que, normalmente, yo estoy más interesada en las historias de la estrella de mar que en la del niño que las lanza. En este caso y aunque Jim acabe diciendo lo contrario, él es el niño. Para mí lo más interesante con diferencia es Henry, su historia, su país, su trayectoria y su paso por esa cárcel autorregulada y sin seguridad que todavía me tiene perpleja.
La primera parte del libro, más centrada en Henry es la que más disfruté. Al principio los saltos temporales me parecieron un poco confusos pero en cuanto conoces un poco la historia es muy fácil seguirle el ritmo. También me gustó que intercalaran trozos con la visión de Henry. Son muy pequeños y no puede exactamente considerarse como que cuenta la historia desde su punto de vista (son más bien extractos que dan variedad), pero están tan bien hilados con la narrativa principal que me encantaron.
En esta primera parte es cuando conocemos porque Henry está en la cárcel y las características especiales de esa cárcel. Me quedé con las ganas de saber si la cárcel de Henry era una excepción o es la forma habitual de gestionar el encarcelamiento de menores. Mi sorpresa no tiene tanto que ver con el maltrato que reciben del único miembro a cargo del establecimiento, sino la falta de papeleo, de organización, la confianza en el buen hacer de los supuestos criminales que son los que en realidad dirigen el cotarro y la ausencia total de vallas, seguridad o control. Me hubiera encantado conocer más a fondo esa cárcel y entender qué clase de razonamiento tienen los presos allí que no deciden escaparse a pesar de lo fácil que sería. Como veis la cárcel me dejó intrigada.
La parte del proceso judicial en sí también me resultó apasionante porque ver la desidia, la confianza en la suerte y el buen hacer, al mismo tiempo que la ausencia total de recursos y organización es tan distinto a cualquier otra cosa que yo haya podido conocer que ha sido toda una revelación. De nuevo, yo hubiera leído encantada más información sobre este sistema judicial que parece que se mantiene en pie por pura suerte y la fuerza de voluntad de ciertos jueces y abogados. Como es de esperar, el proceso para liberar a Henry será largo y tortuoso pero precisamente por eso es inspirador e interesante de leer.
La última parte, más centrada en Jim y su trabajo en Uganda me interesó menos. En primer lugar porque tiene muchas más referencias a Dios. Yo no soy una persona especialmente religiosa y el principio de este libro aunque tiene sus referencias, porque los protagonistas son creyentes practicantes, es bastante llevadero. Sin embargo a medida que avanzamos, y especialmente en la parte final, la presencia de la religión se hizo un poco pesada para mí. En segundo lugar, la labor de Jim en Uganda tampoco está especialmente bien explicada y aunque no dudo que tiene mucho valor, carece de la fuerza emocional y de atracción de la historia de Henry. Y por último, como el caso de Henry se extiende hasta la extenuación, pero después de su liberación, apenas hay eventos remarcables, la historia es mucho más lenta.
En general, Divine Collision fue un libro totalmente fuera de mi zona de confort que disfruté pero obviamente no está dirigido a mí. Ha sido una lectura interesante, inspiradora y que me hace querer saber más sobre Uganda y su increíble sistema judicial.