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A review by lucede
Poeta chileno by Alejandro Zambra
5.0
Cuando iba al instituto y durante mis primeros años de universidad, escribía mucho. Dedicaba mucho tiempo a escribir versos y prosas poéticas, aunque lo que se me daba mejor (y lo digo ahora que, con unos diez años de perspectiva, puedo leerlos como si no fueran míos y ser un poquito menos parcial) eran los cuentos. Llegué incluso a proyectar una novela que, tras una carpeta llena de notas sobre la trama y los personales, fotos y bocetos de escenarios y unas veinte páginas en Word del primer capítulo, quedó olvidada. Pero (aunque conforme pasan los años éste se va diluyendo poco a poco) no abandono el sueño de escribirla. O el sueño de escribirla no me abandona a mí, no lo tengo claro. Por todo esto, Poeta chileno me provoca sentimientos encontrados.
Zambra ha escrito una novela que prueba, una vez más, que la literatura no se hace escribiendo esto, sino escribiendo así; que el relato de una pareja de adolescentes que se juntan, se separan, se juntan… puede ser la mejor literatura; que la vida sencilla de un niño con su familia puede ser la mejor literatura; que también puede ser la mejor literatura la narración de los encuentros, desencuentros y reencuentros que van conformando nuestras vidas. Zambra ha escrito una novela sobre la vida cotidiana, una novela hilada por las relaciones humanas y el amor en todas sus formas: madre-hijo, padrastro-hijastro, padre-hijo (a su manera), también el enamoramiento, pero sobre todo el amor por la literatura en general y por la poesía en particular. Zambra escribe una novela deslumbrante, redonda en cada, capítulo, en cada párrafo, en cada frase.
Decir que me ha gustado Poeta chileno no haría justicia a lo que me ha provocado. Me he reído leyendo esta novela inmensa, he llorado también. He tenido que cerrar el libro muchas veces para decir: "Qué maravilla", "qué belleza". Poeta chileno no me ha gustado: ha ido más allá. Ha pasado a formar parte de un grupo de libros que son brillantes y sagrados para mí: los libros que me gustaría haber escrito.
Me apena pensar que nunca seré capaz de escribir una novela como Poeta chileno, pero haberla leído me anima a intentarlo. Por ello me la guardo en el corazón.
Zambra ha escrito una novela que prueba, una vez más, que la literatura no se hace escribiendo esto, sino escribiendo así; que el relato de una pareja de adolescentes que se juntan, se separan, se juntan… puede ser la mejor literatura; que la vida sencilla de un niño con su familia puede ser la mejor literatura; que también puede ser la mejor literatura la narración de los encuentros, desencuentros y reencuentros que van conformando nuestras vidas. Zambra ha escrito una novela sobre la vida cotidiana, una novela hilada por las relaciones humanas y el amor en todas sus formas: madre-hijo, padrastro-hijastro, padre-hijo (a su manera), también el enamoramiento, pero sobre todo el amor por la literatura en general y por la poesía en particular. Zambra escribe una novela deslumbrante, redonda en cada, capítulo, en cada párrafo, en cada frase.
Decir que me ha gustado Poeta chileno no haría justicia a lo que me ha provocado. Me he reído leyendo esta novela inmensa, he llorado también. He tenido que cerrar el libro muchas veces para decir: "Qué maravilla", "qué belleza". Poeta chileno no me ha gustado: ha ido más allá. Ha pasado a formar parte de un grupo de libros que son brillantes y sagrados para mí: los libros que me gustaría haber escrito.
Me apena pensar que nunca seré capaz de escribir una novela como Poeta chileno, pero haberla leído me anima a intentarlo. Por ello me la guardo en el corazón.