A review by la_feli
In Too Deep by Amanda Grace

1.0

Reseña y premio a La Protagonista Más Tonta

Y, SIN MÁS -NINGUNA- DILACIONES, EL PREMIO A LA PROTAGONISTA MÁS TONTA ES PARA...


SAM M
¡Enhorabuena, te lo has ganado a pulso!

¿Tengo algo más que decir?
Pues sí.

Esto me pasa por escoger los libros al azar, que termino otorgando premios penosos y haciendo todo un espectáculo.

Pero bueno, lo hecho, hecho está.

No os dejéis engañar por la portada, In too deep no es ningún libro dramático sobre personas con problemas, superación o depresión. No toca ninguna fibra y tened por seguro que no tiene nada de deep.

El libro empieza con la típica fiesta organizada por el chico más popular del instituto -mira que les gustan a los estadounidenses estas fiestas-, y en la que Sam, nuestra protagonista, se dispone a ligar con el susodicho chico popular para poner celoso a su mejor amigo, Nick, y así conseguir que la mire como algo más que una amiga.
¿Cliché? Sí.
¿Infantil? Mira tú por donde.
¿Estúpido? Ni falta hace que lo diga.

El caso es, Nick ni siquiera echa cuenta a Sam en toda la fiesta. Ni Nick, ni chico-popular, a.k.a Carter, ni ningún otro chico. Ante un inminente plan fallido, Sam no ve otra cosa que hacer más que emborracharse.
Es así cómo acaba fisgoneando en la habitación de Carter cuando él está dentro, tropezando, rompiense su top, dándose un golpe, siendo cruelmente rechazada por Chico-popular y con todo el instituto creyendo que ha sido violada por éste último.

Lo único que tenías que hacer es darle una indirecta por twitter, chica. No hace falta que te compliques la vida.

Sólo que Sam no sabe de los rumores hasta mitad del día lunes, una semana antes de la graduación.
De repente, se encuentra siendo el objetivo de burlas, miradas poco sutiles y de la compasión de personas que ni siquiera se dignaron a mirarla en todos los años que estudiaron juntos. Además, está la cosa de que todos creen que Carter es un monstruo-violador, cuando es mentira.
Lo de ser un violador, no lo del monstruo.

Vamos a poner las cartas sobre la mesa:
Sam va al instiuto, y se entera de que se rumorea de que fue violada.
Le están haciendo la vida imposible a ella, así que imagínate como será la de Carter, con todos en su contra.
La gente pregunta muchas veces a Sam si lo que dicen por ahí es cierto, y ella, en vez de negarlo, sólo asiente.

Si sólo hubiera negado la cabeza, ¡que no cuesta nada!, sólo moverla de un lado a otro, sólo una vez, podría haberse solucionado todo.
No huevos podridos en el coche de Carter, no pintadas de "perra" en la taquilla de Sam, no compasión, no visitas a la oficina del director, no drama, no problem.

Este libro habría pasado de novela a relato corto de, digamos, 15 páginas como mucho.

Durante todas las páginas del libro, cuando no está autocompadeciéndose, Sam se excusa diciendo que ella no empezó el rumor. Que todos saltaron a conclusiones. Que ella no quiso que nada de esto pasase.
Pero tuvo mil y una oportunidades para solucionar el problema, y no lo hizo.

Ella -tal cual, como si fuera una persona de verdad y no un personaje- dice que sólo seguía con la mentira porque era más fácil que afrontar la verdad -como si decir que no fue violada fuera peor que ser violada de verdad-. Pero yo creo que es mentira.
Creo que, en realidad, le cogió el gustito a ser la víctima.

Por una vez, el chico popular era el malo, y la chica invisible era vista por todos. En aquella semana que duró el conflicto, Sam se vio abordada por muchas personas, amigas con las que se dejó de hablar, chicas populares que querían ayudarla, y prácticamente todo el instituto apoyándola -además de que Nick parece haberse quitado una venda de los ojos-.



Como si el ser acusado de violación fuera un camino de rosas para Carter. Sí, es un capullo. Y sí, se merecía que la gente le viera como tal. Pero nadie merece ser acusado de algo tan cruel cuando es completamente inocente.

Algo que he odiado al leer In too deep, es la facilidad con la que la protagonista lleva ser la "chica violada". Se toma la violación como si fuera algo normal, nada importante. Pasea por los pasillos, come, charla y juega como si nada.
Como si la violación no fuera un acto atroz.
Y sí, sé que en realida no le pasó, pero podría habérselo tomado con más seriedad y haber dicho la verdad, por lo menos por un poco de respeto.

Pues eso era todo lo que tenía que decir. La narración es simple tirando a mediocre. Los personajes, aunque algunos se salen del cliché, son más del tipo de relleno.

Aunque el final no es feliz, y eso sí que me gustó.
Bueno, no tanto.