A review by kyuni
Doom Patrol, Book One by Grant Morrison

Vamos a ser honestos aquí y confesar que lo he empezado a leer a la vez que he empezado a ver la serie, porque en el capítulo uno ya meten tremendo chiste de que la serie solo la van a ver los fanes de Grant Morrison y yo, considerándome fan de Grant Morrison, me sentía con el deber de leer el cómic para poder rendirle tributo al chiste de la serie. Lo cierto es que he leído poco de Grant Morrison en su etapa DC que, mirando la Wikipedia, resulta que es básicamente el 60% de su trabajo. Tremendo fan. Sí soy fan de los Nuevos X-Men, quizá mi ciclo/etapa/colección/cosa favorita dentro de los superhéroes, así que por eso me considero fan de Grant Morrison. A la luz de las evidencias, tan fan no seré. También he leído Supergods, libro que recomiendo encarecidamente a cualquiera que sea a) amante de los superhéroes b) amante del siglo XX c) ¿amante de la magia? d) ¿amante de la lucha mágica entre Grant Morrison y Alan Moore? Bueno, esto es algo que el libro no cuenta, pero es algo que ha pasado y está pasando, mientras el resto del mundo seguimos con nuestra rutina pandémica. El caso de Doom Patrol, del número 19 al 34 del Volumen 2 (luego que por qué la gente no entra más en el mundo de los supers, eh, no pasa nada, de aquí a dos o tres meses hacen un reinicio de estos que hacen ahora para dejarlo todo tal y como estaba, pero esperando que alguien más caiga en las redes de la enésima reencarnación fracturada del Patrulla X, ahora con siete colecciones al mes), el caso de Doom Patrol, decía, es que en absoluto parece escrita en 1989. Solo al final del número 33 recordé que había sido escrito hace más de 30 años (un saludo para los nacidos en los 90, como es mi caso). Morrison tiene esta idea sobre los ciclos y dice que la humanidad vive en ciclos de dormir y despertar, o algo así era, por eso los 60 eran de hippies con sueños y los 70 de punks que destruían cosas. Morrison parece querer apuntar que los 90 volverían a ser una época de estar despierto, pero en mitad de una realidad que no nos corresponde, una realidad demasiado vasta, demasiado irreal como para aprehenderla. Cuando quieres mirar, se te escapa entre las manos. Todo está fuera de nuestro control, ya que tan solo somos seres reactivos enfrentados al estado de las cosas. Por eso parece que el cómic es de ayer: porque habla de hoy más de lo que quizás hablaba en el 89 del 90. Y tiene sentido que la serie de HBO haya escogido a Mr. Nobody como su primer villano, el hombre que nunca estuvo aquí, aquel cuya presencia parece ser siempre la de alguien que vemos por el rabillo del ojo. Él controla la narrativa, nosotros ya no estamos al cargo. Morrison aquí está más encantado con los monstruos que asolan el drama que con los personajes, tan solo les da unas pinceladas para hacerlos mínimamente interesantes y que sigas leyendo, pero siempre salen ilesos de cualquier situación, no parecen tener mucho que decir en las tramas, que se resuelven con un poco de habladuría para-científica/para-mágica y para a'lante sin temor a lo que ocurra. Supongo que esto es lo que se suele decir de este cómic: no parece para nada algo de supers. Ni siquiera es, como se hace ahora, un comentario sobre o una parodia o una deformación. Es fiel a sí mismo, sea lo que sea esta pieza de narración. No es, desde luego, para novatos en esto de los cómics, ya que usa el formato para hacer lo que quiere, para investigarlo y ver hasta donde puede estirar las ideas antes de que se rompan por completo. Pero tiene todas las marcas de lo que luego será, más constreñido, los Nuevos X-Men y otras colecciones de Morrison, así que ya me puedo considerar un poquito más fan.

Nota mental: leer Animal Man