A review by richardhannay
Solea by Jean-Claud Izzo

2.0

La última novela de Fabio Montale "el detective llorón". En Soleá Montale llora menos que en las anteriores y, no es que le falten los motivos. La novela comienza con la alegría y desparpajo que caracteriza a las novelas de Izzo. A Fabio le ha dejado Lole, su gran amor y su última conexión con sus años de juventud alocada. Babette, su amiga periodista y amante ocasional acaba de encontrarse a su novio, al hermano de éste y a un amigo torturados y asesinados en su casa. Alegría mediterranea. Babette llevaba años investigando a la mafia y sus conexiones político-económicas y preparaba un reportaje que debía sacudir los cimientos de la sociedad europea. Justo cuando Fabio acaba de conocer a una joven, Sonia, con la que ve posibilidades de remendar su vida amorosa, una llamada de la mafia le conmina a encontrar a Babette que está escondida en el campo. Al día siguiente a Sonia le cortan el cuello. A partir de ahí la novela se convierte en un baño de sangre sin demasiado sentido. Y ello por dos razones: que hacen de Montale un mal protagonista. Izzo quiere presentar a Montale como un ejemplo, un hombre cuya exquisita sensibilidad moral está tan desarrollada que es incapaz de ser amigo de nadie que haya votado una sóla vez al Frente Nacional. El problema es que hasta ahí llega la moralidad de Montale. No se traduce en acción alguna. Se ha pasado tres novelas violentamente indignado por la injusticia, una injusticia cuya causa es incapaz de diagnosticar más allá de lugares comunes de enorme banalidad, pero sin hacer absolutamente nada para remediarla. Salvo beber Lagavulin y comer sopa de pistou. Montale es un monomaniaco depresivo y hedonista a quien, en el fondo le preocupan menos las altas cuestiones morales que la sensación de sentirse preocupado por altas cuestiones morales. Un perfecto ejemplo de una cierta progresía actual a la que no dudo Izzo pertenecía igualmente. El segundo problema de Montale es que...es un muy mal policía: no es consciente de que le sigue la mafia hasta el capítulo 10 cuando ya les ha conducido hasta uno de sus amigos, que es asesinado; pese a ser consciente de la penetración de la mafia en la policía no se le ocurre que puede tener el teléfono pinchado hasta el capítulo 16 cuando, de nuevo ha guiado ya a la mafia hasta el escondite de Babette.Más muertos sobre su delicada conciencia. De hecho lo extraordinario de Soleá es que Montale es indirectamente responsable de la mayor parte de los asesinatos de la misma. Si hubiera sospechado que la mafia le iba a seguir, si hubiera asumido que tenía el teléfono pinchado, si no hubiera involucrado a su amigo Félix, si no hubiera obligado a venir a Marsella a Babette !y no para protegerla sino para convencerla de abandonar la investigación! o si hubiera confiado en su amiga Comisaria entre 9 y 10 personas no hubieran muerto. Soleá no es una buena novela, ni Izzo un buen escritor. Salva la novela el hecho de ser corta y que Izzo es, eso si, un excelente prosista. La narración es magnífica, Los diálogos veraces, las frases cortas y lacerantes como en la mejor tradición de la novela negra americana. Leer a Izzo es como oir a un gran pianista interpretando melodías de organillo.