A review by kyuni
El almanaque de mi padre by Jirō Taniguchi, Geni Bigas, Yayoi Kagoshima

Si lloras, las lágrimas no te dejarán ver las trampas de la masculinidad hegemónica. También te digo, habrá quien vea aquí un discurso muy concreto sobre los roles de género (que lo hay, ahí está, falta que subraye toda la relación con la hermana como figura de cuidadora familiar o el descalabro que supone la pérdida de la mujer en la familia, pilar fundamental para su funcionamiento regular (y gratis)), pero sería ignorar la profunda ternura de aquel que no entiende los distintos modos en el que el amor se presenta ante sus ojos. Amar, pero sobre todo ser amado, no requiere de una serie de actos o reglas preestablecidas. Amar es una rendición, que dijo no recuerdo ahora quien. Es rendirte al otro. Hay algo de Ishiguro aquí, o hay algo de esto en Ishiguro, al echar la vista atrás y ver tus recuerdos a través de una bruma que difumina las figuras. Ya no puedes estar seguro de si las cosas eran como recuerdas. El significado ha sido construido, no dado. Y cuando descubres que está construcción está hecha como la primera casita de los tres cerditos, el lobo ya ha empezado a soplar y soplar y todo se viene abajo. Lo que queda, sin embargo, no es un solar por construir. Si no, por una imposibilidad física, como una larva que se convierte en mariposa, tu casa es ahora un palacio. Porque tú solo jamás podrías haber construido nada duradero ni estable. Es el relato común el que nos da cobijo.